viernes, 18 de noviembre de 2016

Diego Valente

No llores por tu llanto
No evites lo inevitable
No luches en contra de quienes declaran la lucha
No insensibilices tu sensibilidad.
No pidas. Mejor ofrece
No intentes conseguir. Simplemente se
No presiones. Suelta, fluye, descansa
No temas. Solo ama.
Ama con el corazón, no con la mente
La mente no puede ni sabe amar de verdad
Ama a partir de los dictámenes del alma y deja que su estado de paz le sea transmitido a tu cuerpo.
Se consciente de este hermoso cambio de energía.
Expresa el maravilloso milagro que significa amar de este modo.
Compártelo, entrégalo, haz que el resto pueda, no solo verlo, sino sentirlo.
Lleva su potencia inigualable dondequiera que vayas.
Inspira y expira este amor. Agradece a la vida tantas veces como sean necesarias.
Sin forzar nada en absoluto, te encontrarás iluminando el mundo de quienes más lo necesitan... y el tuyo propiamente.
Ya no evites el milagro...
Ama, y acepta el hecho de ser amado.
Juega. Prueba. Anímate.

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